¡Oh, glorioso Santo!
Vos que fuisteis
tan sufrido en las adversidades,
tan sufrido en las adversidades,
y tan amante de padecer,
que, o perseguido, o calumniado,
o probado, todo lo soportasteis
con admirable tranquilidad de animo:
o probado, todo lo soportasteis
con admirable tranquilidad de animo:
alcanzadme a mi también
el espíritu de fortaleza
el espíritu de fortaleza
¡Cuanta necesidad tengo
de la virtud de la paciencia:
de la virtud de la paciencia:
pues el más pequeño trabajo me espanta;
Cualquier leve afición me fastidia,
me resiento y me enojo
por la más pequeña contrariedad,
por la más pequeña contrariedad,
y no conozco que por el camino
de las tribulaciones,
de las tribulaciones,
se va al Cielo!
Por ese camino quiso andar Jesús,
Nuestro Divino Maestro,
por el anduvisteis
por el anduvisteis
vos también, oh, San Gerardo!
Alcanzadme pues,
ánimo para abrazar gustoso
ánimo para abrazar gustoso
las cruces que Dios me envía,
haciéndome digna de llevarlas
con una paciencia y prontitud
semejante a la vuestra,
con una paciencia y prontitud
semejante a la vuestra,
a fin de que merezca después,
justamente con vos
gozar de Dios en la Gloria.
gozar de Dios en la Gloria.
Así sea.
Tres Gloria a la SS. Trinidad.
(Aquí se pide la gracia que se desea).
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