que atraviesa el corazón del Mundo,
por las doce piedras de la ciudad santa,
por los siete metales que corren por las venas
yo os conjuro obreros subterráneos,
os llamo en nombre del Cristo y de Gob.
Espíritus de la Naturaleza,
Espíritus de la Tierra,
A vosotros que guardáis los tesoros,
que sois dueños del oro,
y que disponéis de inmensa fortuna
os pido ayuda para acrecentar la mía
Dadme vuestra protección,
dadme fortuna,
aumentar mi buena suerte,
sedme propicios,
y yo os ofrendare
una jarrita de miel en mi ventana
como agradecimiento a vuestros favores.
Así sea y así se cumpla.
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